La ética y la deontología policial son el fundamento que debe orientar todas las acciones de los policías, sus lineamientos o directrices centrales, sus planes, programas y proyectos. Son, en definitiva, la fuente que inspira y otorga.
La función de policía es la "gestión administrativa concreta del poder de policía, ejercida dentro de los marcos impuestos por este"; se trata de la concreción de los mandatos elaborados por las autoridades que detentan el poder de policía, para así aplicarlos a casos y situaciones concretas.
Es un servicio público a cargo del Estado, encaminado a mantener y a garantizar el libre ejercicio de las libertades públicas y la convivencia pacífica de todos los habitantes del territorio nacional.
Son fines del servicio de policía:
• Mantener las condiciones necesarias para el ejercicio de los derechos y libertades públicas.
• Mantener la convivencia pacífica.
• Preservar y restablecer el orden público cuando es turbado.
• Prestar el auxilio que requiere la ejecución de las leyes y las providencias judiciales y administrativas.
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